Friday, March 24, 2006

¿Quién mató a Rodolfo?

A 29 años de su secuestro y asesinato, Rodolfo Walsh sigue siendo un ejemplo.

El 24 de marzo de 1977, un año después del golpe militar, Rodolfo Walsh escribió su "Carta Abierta a la Junta Militar" y la llevó a distintos medios para ser publicada. Los medios no la publicaron.
Walsh, un militante especializado en contrainteligencia y sabedor de que su vida corría peligro, se encargó él en persona de distribuir esta misiva donde denunciaba las torturas, las desapariciones y los asesinatos de los opositores por parte del gobierno de Jorge Rafael Videla.
Al día siguiente, un grupo de tareas apostado en las inmediaciones de la Estación Constitución montó un operativo para detener o eliminar físicamente al autor de Operación masacre.
Los represores tenían un dato acerca de los movimientos de su objetivo, que fue aportado por un militante montonero que era con quién se encontraría Walsh ese fatídico 25 de marzo.
El encuentro entre Walsh y sus captores se produjo poco después del mediodía en las inmediaciones de la esquina de avenida San Juan y Combate de los Pozos.
Como la víctima se resistió al secuestro tiroteándose con sus captores, resultó herido. Las versiones indican que Walsh llegó muerto a la ESMA. Hasta hoy su cadáver no fue encontrado.
El Walsh militante es una consecuencia del Walsh escritor y del Walsh periodista. Cuando escribió Operación masacre –su obra cumbre-, Rodolfo Walsh no estaba comprometido con la causa peronista, ni con los postulados de izquierda; era un escritor comprometido con la verdad, nada más.
Él mismo había admitido que aplaudió el golpe de la Revolución Libertadora contra lo que consideraba la tiranía de Juan Perón. Pero cuando comenzó a investigar los fusilamientos de José León Suárez, su ideología fue mutando hacia el progresismo.
Al igual que muchos argentinos que abrazaban los ideales del peronismo proscripto de la década del ’50; la Revolución Cubana y las guerras de liberación en Indochina y Argelia modificaron el pensamiento de Walsh.
Paralelamente, se convirtió en un periodista que cambió su modo de escritura, y a la vez revolucionó al periodismo al introducirle elementos propios de la investigación policial y la ficción.
Walsh era un intelectual comprometido con los ideales de la liberación nacional y social. Y esos ideales lo llevaron, primero, a militar en el ala izquierda del peronismo, para posteriormente pasar a la clandestinidad e integrarse a Montoneros.
La militancia en la organización armada, junto a sus hijas Victoria (a) "Vicky" y Patricia y su esposa Lilia Ferreyra, lo llevaron a ser un férreo opositor de los dictadores que tomaron el poder en marzo de 1976.
En septiembre de ese año, su hija Vicky, de 26 años, muere tras un operativo del Ejército. A partir de ese crimen, Walsh radicaliza sus posiciones políticas e incrementa las actividades de la Agencia de Noticias Clandestina (ANCLA), una agencia informativa que difundía las noticias de la oposición.
Cuando decidí comenzar la investigación, entrevisté a algunos militantes que compartieron su vida con el autor de ¿Quién mató a Rosendo?, como así también a dirigentes de los organismos de Derechos Humanos y a efectivos de organismos de inteligencia.
Así pude reconstruir parte de ese rompecabezas que resultó ser el operativo que hace tres décadas terminó con la vida de Walsh.
Según los testimonios recogidos, el grupo de tareas que secuestró y mató a Walsh, estaría integrado –entre otros- por Rubén Chamorro, Jorge "el Tigre" Acosta, Alfredo Astiz, Ernesto Weber y Roberto "Federico" González.
Pero a fines de octubre (el 25), hubo una resolución de un juez federal porteño que ratificó los datos colectados acerca de lo ocurrido ese 25 de marzo con Rodolfo Walsh.
El juez Sergio Torres ordenó la detención de un grupo de represores que habrían participado del operativo, entre los que se encuentran los nombrados anteriormente.
Los represores que Torres mandó a arrestar son: los marinos Acosta, Astiz, Pablo García Velazco, Jorge Radice, Jorge Vildoza, Juan Carlos Rolón y Antonio Pernías, el militar Julio César Coronel, el prefecto Héctor Febres; los policías González, Weber, Pedro Salvia, Juan Carlos Fotea, Juan Carlos Linares y los oficiales del Servicio Penitenciario Federal (SPF), Gonzalo Sánchez y Carlos Generoso. La medida también abarcaba a Enrique Yon y Roberto Naya, que fallecieron.
Acosta, Astiz, Radice, Pernías, García Velazco y Febres ya estaban presos. Vildoza tiene un viejo pedido de captura por la apropiación de un hijo de desaparecidos, por el que está prófugo. El resto está siendo indagado o buscado por el juzgado. Rolón, que había quedado en libertad, pero ya regresó a la cárcel.
El mismo magistrado, el pasado 14 de diciembre dictó la prisión preventiva a Astiz, Acosta, Webber y otros sospechosos.
Dada la importancia de la obra literaria y de la acción política de Walsh, como así también de la necesidad de reconstruir la historia reciente argentina, el presente trabajo apunta a rendir un simple homenaje a este grande del compromiso social que dio su vida por una causa justa.

3 Comments:

Blogger Gaby said...

Nombrate otro!Uf! No me da el estómago!
...Y es nomás como canta Gieco,esa "dignidad de Rodolfo Walsh" que algunos tuvieron y que , por supuesto, tuvieron que pagar las consecuencias.
Saludos

7:59 AM  
Anonymous Anonymous said...

y hoy... quién hace la revolución?

SinTía

3:11 AM  
Blogger Unknown said...

Pájaro, hagamos la revolución en monopatín. Arrancamos en Alta Córdoba, saludamos amigos en Las Violetas y luego doblamos hasta Sunchales.

Viejo, alguna vez la mierda los tapará a todos...

No es casual que la densidad de canceres, sindromes prostatianos y parkisonianos se apoderaran de nuestras "fuerzas de seguridad".

7:02 AM  

Post a Comment

<< Home