Saturday, August 13, 2005

La bala de plata

José de la Sota, con su política de seguridad cuestionada.



Martín Luzi, en Tribunales, cuando fue citado a declarar.



CORDOBA.- "La puta que los parió", bramó anoche el gobernador José de la Sota, cuando lo llamó el secretario de Seguridad Jorge Rodríguez para darle la peor de las noticias: "Martín Luzi se acaba de fugar".
Eran las 11 de la noche y el comisario retirado Rodríguez le pasó a explicar a su jefe político la mala nueva. Una trafic del Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC) había sido copada presuntamente por Luzi y otros dos presos, Gustavo César Sosa y Gustavo Alfredo Sánchez, quienes se fugaron inmediatamente del complejo carcelario de Bouwer.
La fuga de Martín Luzi, a sólo cuatro días de ser juzgado por el secuestro del productor sojero Marcelo Dezotti, fue una bala de plata que dio de lleno en la política de seguridad delasotista.
La vapuleada imagen de De la Sota, Rodríguez, el secretario de Justicia Héctor David y el jefe de la Policía Ibán Altamirano recibió un masazo ¿inesperado? de la mano de "el Porteño" Luzi.
La semana pasada, este cuarteto había sufrido una derrota política de la mano del policía Claudio Cisneros, que en soledad, encabezó una protesta salarial que sumó a buena parte de la fuerza. Cientos de policías, se autoacuartelaron y no patrullaron las calles de la provincia, dejando a los cordobeses a la buena de Dios. Los "trabajadores" policiales no fueron reprimidos -como tantos otros que reclaman por aumentos salariales- y De la Sota tuvo que concederles un aumento y no sancionarlos por la protesta.
El gobernador no había terminado de reacomodarse ni de decidir qué hacer con la Policía, cuando Luzi se escapó frente a sus narices. El fiscal de Villa Carlos Paz, Gustavo Marchetti, había alertado sobre la fuga de Martín Luzi. Los jefes de la División Antisecuestros, también habían advertido sobre los planes de fuga. Pero nadie los escuchó.
Ahora, en la Casa de las Tejas se debaten qué hacer. Las teorías conspirativas llenan los pasillos y los dedos señalan culpables por todas partes. Pero antes de avanzar en la nebulosa reinante hay que tener en cuenta algunas cosas. Veamos:
1) "Una chequera da más resultados que cien armas". Martín Ernesto Luzi cuenta con "caja" como para liberar zonas. La Policía no está implicada en su fuga. Aunque sí es cierto que puede haber elementos corruptos en la fuerza y en el SPC que hayan abierto las puertas que debían abrirse para permitir su huída.
2) Los informes de inteligencia de la Policía no detectaron presencias de delincuentes porteños o bonaerenses en Córdoba. Luzi actuó solo. El planeó su fuga desde adentro de la cárcel. Afuera tenía los contactos aceitados para poder salir de la provincia de Córdoba en no más de cuatro horas.
3) La detención de Ernesto Luzi, padre de Martín, no lo va a amilanar. "El Porteño" no es el violador serial Marcelo Sajen. Los Luzi seguramente sabían de los planes de su hijo. Y sabían de que la Policía los iba a seguir de cerca para presionar la entrega del prófugo.
4) "El Porteño" es muy inteligente y un duro. Además, tiene una memoria de elefante para cobrarse cuentas pendientes. Los Dezotti, como los González de Río Tercero o los policías que participaron del Operativo Oncativo no deben temer por su integridad. Los que sí deben cuidarse son sus ex compañeros de fechorías, como su malquerido primo Iván Heredia. O alguna que otra compañera de sábanas de Martín Luzi.
Mal que le pese, el gobernador De la Sota, sufrió en dos semanas dos terremotos en materia de seguridad que le costarán algunos puntos en las elecciones del 23 de octubre.

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